Máxima concentración durante las pruebas del Concurso Joseph Zaarour, en Trípoli
por Elsa Yazbek Charabati, jefa del Departamento de Interpretación de la ETIB, Universidad Saint-Joseph
Tras cuatro años de interrupción, el Concurso Joseph Zaarour para elegir la mejor traducción retoma su lugar entre las actividades culturales tan apreciadas por el alumnado de los institutos libaneses. ¡Así lo prueba el alto índice de participación! Unos 200 estudiantes de bachillerato de todos los institutos del Líbano participaron en la 18.ª edición, que tuvo lugar el sábado 20 de enero de 2024 en la Escuela de Traductores e Intérpretes de Beirut (ETIB), en el campus de Ciencias Humanas de la capital libanesa y en los campus regionales de la Universidad Saint-Joseph en Sidón, Trípoli y Zahlé. Tres textos en inglés, francés y árabe en torno al tema Palabras de traductor se propusieron a quienes participaron, y tradujeron con gran entusiasmo el texto de su elección a una de las tres lenguas del concurso. Su motivación principal es el amor por las lenguas y por los desafíos, y todo el mundo se marchó satisfecho de su trabajo y con la esperanza de ganar el Premio Joseph Zaarour 2024 a la mejor traducción.
El mismo entusiasmo ha generado el Premio de traducción francófona 2024 para estudiantes de secundaria y bachillerato, cuyo atractivo tema propuesto este año es «la felicidad». Este tema atrajo, el pasado jueves 8 de febrero, a un centenar de estudiantes que participaron en este concurso organizado por la ETIB, en colaboración con el Instituto Francés del Líbano. Un total de 22 instituciones escolares repartidas por todo el territorio libanés alentaron a sus estudiantes a participar en este concurso reservado exclusivamente a la red de establecimientos no homologados que cuentan con el sello de la CELF-Francés Lengua Extranjera. Se propusieron dos textos: para traducir del francés al árabe (fragmento de la obra Guide des égarés, de Jean d’Ormesson) o del árabe al francés (fragmento de Ar-Rihaniyyaat, de Amine El Rihani). «La felicidad no es un fin, y menos aún una carrera o una obligación, sino un don gratuito, una sorpresa y la recompensa para quienes dedican su tiempo a cultivarse», afirma, con razón, Jean d’Ormesson. Fue precisamente esta felicidad la que el alumnado y el comité organizador querían compartir ese día: una felicidad que alcanzará su punto culminante para quienes ganen durante la ceremonia de premiación que tendrá lugar en marzo en el Instituto Francés del Líbano en Beirut.